Sos voz I. "Realismo sin magia" por Nataliya Binshteyn
Desde 1967, el año en que se publicó Cien años de soledad, un texto que revolucionó la literatura de Latinoamérica, la omnipresencia del realismo mágico ha definido intrínsecamente el continente que lo engendró y el destino común de sus habitantes. Apoyado en elementos fantásticos, cambios temporales, y detalles sensoriales, este género de leyendas antiguas y personajes históricos ha canalizado el nudo de una herencia chocante, galvanizando las multitudes de la región por una única identidad de alcance global.
Sin embargo, Gabriel García Márquez, una de sus fuentes más prolíficas, ha articulado a través del discurso y la narrativa que el realismo mágico no se arraiga inexorablemente en una imaginación incontenible, sino en una interminable historia de exageración, conquista, y realidades deformadas. En su breve relato, "Un día de estos", el escritor presenta una escena tan espantosa como cotidiana: un dentista se enfrenta con un alcalde que lo amenaza de muerte por negarle ayuda, difundiendo el mensaje a través del hijo del propio médico, un niño de once años que cumple su papel morboso sin pensar con horror en las consecuencias. El desapego de este mensajero joven y la fría precisión de la autoridad encarnada por el alcalde trasciende la plena fantasía con que se relaciona el realismo mágico y sus productos literarios, iluminando en cambio la violencia, represión e inestabilidad endémicas que verdaderamente representan el quid de la experiencia latinoamericana y su realidad sin magia. Así, según García Márquez, es esta realidad que no sólo pertenece a obras famosas e ideas imaginativas, "sino que vive con nosotros y determina cada instante de nuestras incontables muertes cotidianas".[1]
[1] Gabriel García Márquez. "La soledad de América Latina". Conferencia pronunciada en Estocolmo al recibir el premio Nobel de Literatura. La Prensa. Sección Literaria. 20.11.1983.
Sin embargo, Gabriel García Márquez, una de sus fuentes más prolíficas, ha articulado a través del discurso y la narrativa que el realismo mágico no se arraiga inexorablemente en una imaginación incontenible, sino en una interminable historia de exageración, conquista, y realidades deformadas. En su breve relato, "Un día de estos", el escritor presenta una escena tan espantosa como cotidiana: un dentista se enfrenta con un alcalde que lo amenaza de muerte por negarle ayuda, difundiendo el mensaje a través del hijo del propio médico, un niño de once años que cumple su papel morboso sin pensar con horror en las consecuencias. El desapego de este mensajero joven y la fría precisión de la autoridad encarnada por el alcalde trasciende la plena fantasía con que se relaciona el realismo mágico y sus productos literarios, iluminando en cambio la violencia, represión e inestabilidad endémicas que verdaderamente representan el quid de la experiencia latinoamericana y su realidad sin magia. Así, según García Márquez, es esta realidad que no sólo pertenece a obras famosas e ideas imaginativas, "sino que vive con nosotros y determina cada instante de nuestras incontables muertes cotidianas".[1]
[1] Gabriel García Márquez. "La soledad de América Latina". Conferencia pronunciada en Estocolmo al recibir el premio Nobel de Literatura. La Prensa. Sección Literaria. 20.11.1983.
1 Comments:
Interesante. Voy a volver por quí seguido. Un abrazo desde Córdoba (Argentina)
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